viernes, 10 de agosto de 2012

Cuentos de Acuarela (Relatos concurso 1)


No podía pensar en todo lo que había dejado atrás. No, no era capaz. La destrucción fue absoluta, no quedaba nada de la ciudad que ahora pudiera servir de refugio. 
Ésa era la razón de mi huida. En ese momento, pensaba que escapaba de ellos, los que habían provocado que todo mi mundo se viniera abajo en apenas unas horas. Sin embargo, ahora me doy cuenta de que eso no es cierto.
No intentaba alejarme de ellos, intentaba distanciarme de mí.
En mitad de una ciudad muerta tienes mucho tiempo para pensar en las cosas que han pasado, y echando la vista atrás, no me extrañaba tanto lo que había ocurrido. A fin de cuentas ¿No llevábamos siglos matándonos unos a otros y destrozando nuestro planeta en el proceso? Las luchas por tener más tierras, más recursos y más poder han sido constantes entre los humanos durante toda nuestra existencia.
Debo admitir que cuando me encontraron pasé miedo, e incluso temí por mi vida, pero después del Proceso todo eso cambió. Ellos me mostraron lo egoísta que había sido, lo equivocado de mis planteamientos. Ellos han venido para quedarse.


Perdón por la equivocación, este relato es de Cuentos de Acuarela.