viernes, 2 de septiembre de 2016

Sueños...

¿Podría decirse que soy un dragón? Supongo, pero no tendría mucho sentido.

¿Podría decirse que tengo un sueño? Lo tengo. Tengo muchos, de hecho.

Un sueño no siempre es algo grande, como llegar a ser conocido mundialmente por tu trabajo, que, siendo sinceros, no estaría mal, pero no es algo que se encuentre entre mis prioridades.

Ni siquiera vengo a hablar de un sueño mediano como puede ser vivir bien y cómodamente haciendo lo que me gusta en la vida.

No, vengo a hablar de un sueño pequeño.

Un sueño pequeño como ser capaz de vivir mi vida sin tener un agobio y unas ganas de llorar constantes.

Un sueño pequeño como no tener que estar controlando constantemente mi mente para impedir que se desencadene una tormenta dentro de ella.

Un sueño que, en definitiva, consiste en superar una enfermedad.

Llevo ya más de tres años luchando contra un trastorno de ansiedad que, en un primer momento, no hacía sino empeorar. Hasta hace pocos meses, iba cuesta abajo y los progresos que hacía eran muy pequeños.

Pero encontré mi manera de salir del pozo.

Esto no significa que el camino esté acabado, solo que lo he encontrado. Ahora tengo que seguir adelante y, algún día, podré abrir mis alas y volar.

Y una foto de piplup porque es cuqui

El juego del nombre - Book Tag

Bueeeeeeeeeeenas tardes. Hoy toca Book Tag otra vez, quizá porque me da pereza ponerme a hacer reseñas, quizá por otros motivos (no os dejéis engañar, es por la pereza).

Hoy traigo El juego del nombre, que ví en El rincón de Nazarith y que no sé quién empezó, la verdad.


Este tag consiste en buscar libros cuyos títulos empiecen por las diferentes letras que tiene tu nombre (o nick, o lo que sea, vamos). No sé cómo lo harán otras personas, pero yo voy a ignorar los artículos, igual que se hace en el sistema de ordenación en bibliotecas.

Mi nombre real en principio parecía bastante fácil de hacer, pero tuve problemillas con dos letras, ya os contaré... 

Empezamos con la A: Alianzas, de Iria G.Parente y Selene M. Pascual.


Alianzas es la primera parte de la trilogía Cuentos Secretos de la luna llena; fue publicado por Everest hace dos años y le cogí muchísimo cariño a los personajes.

Luego hubo problemas con la editorial y blablablá y, total, que se vuelve a publicar este noviembre con La Galera y tengo muchísimas ganas de que salga.

Y sí, me lo voy a comprar otra vez. Y tengo razones de sobra, pero la más importante es que quiero que ellas cobren por lo que han escrito.

Para la L tenemos Lobo. El camino de la venganza, de Patricia García-Rojo.


No me acuerdo por qué me fijé en este libro, pero, desde luego, fue una gran elección.

Fue finalista del premio Gran Angular en 2014 y publicado en la colección del mismo nombre y no tengo muy claro por qué no he leído nada más de esta autora después del buen sabor de boca que me dejó.

Con la B, vamos con uno de los dos únicos libros que encontré por esa letra: Blanco como la nieve, de Salla Simukka.


Blanco como la nieve es la segunda parte de la trilogía Me llamo Lumikki, que me enganchó muchísimo y cuyo final tengo aún pendiente por cosas que pasan.

Para completar el nombre, otra A y El arte de conducir bajo la lluvia, de Garth Stein. Efectivamente, no encontré más libros con la A entre los míos.


El arte de conducir bajo la lluvia es una historia preciosa a través de los ojos de un perro y lo leeré una y otra y otra vez.

Y, bueno, con esto queda formado mi nombre: ALBA.


Nos vemos en la próxima entrada. Ciao.