martes, 7 de febrero de 2012

Caballo de batalla

"Lo temían por igual soldados y caballos. Me daba la impresión de que incluso los oficiales se ponían nerviosos en su presencia; porque, al parecer, sabía todo lo que había que saber sobre caballos y cargaba a sus espaldas con la experiencia de toda una vida. Con él, el látigo y las espuelas no eran tan sólo un adorno."

El padre de Albert compra un potrillo estando borracho y se arrepiente más adelante, por lo que el niño debe encargarse de él. Llama Joey al caballito y entre ellos crece una gran amistad. Estalla la guerra en Europa. Al principio, Albert y su familia no se ven afectados, pero la falta de dinero hace que el padre tenga que vender a Joey a espaldas de su hijo. Al enterarse éste, intenta convencer a los militares de que no se lo lleven, pero no hay manera. Debe dejar ir a Joey con tan sólo una promesa: "Te encontraré de nuevo, viejo tontito. Donde quiera que estés, te encontraré"

Con tan sólo una palabra se describe este libro: amistad. Pese a las dificultades, pese al tiempo, pese a la distancia, Joey nunca se olvida de Albert y siempre espera volverle a ver. Una nueva perspectiva de la Primera Guerra Mundial: verla a través de los ojos de un caballo. Hay que dar gracias a la película, porque de no ser por ella, este hermoso libro nunca hubiese llegado a España.

Caballo de batalla
Michael Morpurgo
Ed. Noguer