Nunca sabemos lo que tenemos hasta que lo perdemos, dicen.
Se equivocan.
Yo lo sabía, lo sabía demasiado bien, pero no quería creerlo. Y ese fue mi error.
Nunca debí hacer lo que hice. Sé que ella me quería. Supongo que ese fue el problema, yo no estaba preparado en aquel entonces.
¿Lo estoy ahora? No lo sé. No siempre se puede tener una segunda oportunidad, y estoy dispuesto a aprovechar esta todo lo que pueda.
La verdad, después de aquello... nunca pensé que ella pudiese querer volver a saber nada de mí. Cierto es que ha pasado mucho tiempo y que ya nada es como antes. De hecho, creo que ella no recuerda nada de mí. Si es ese el caso, ¿por qué yo sí? Solo la recuerdo a ella. A ella y lo que le hice.
Sin embargo, aunque siempre se dice que la historia se repite... ¿no somos acaso dueños de nuestro destino?
Quiero que esta vez salga bien. No quiero que mis miedos me hagan abandonarla de nuevo.
Porque esto ya no es aquel mundo y nosotros ya no somos Ariadna y Teseo.
Animo y todo el mundo merece una segunda oportunidad si significaste algo para alguien seguiras significandolo porque siempre hay buenos recuerdos por medio
ResponderEliminarNo hacen falta los ánimos. No está basado en mí, sino en una leyenda... Bueno, un poco sí, pero porque siempre algo del escritor se pega al personaje.
Eliminar